martes, 16 de septiembre de 2008

Reflexiones de Dani

Hola.

Dado que la tendinitis no me ha permitido realizar la parte final de la etapa de hoy (me faltaban 16 km.), creo que va siendo hora de reflexionar acerca de la experiencia vivida, ahora que sólo faltan 3 días para llegar a Santiago.

En primer lugar, decir que agradezco los comentarios de apoyo y ánimos que nos habéis hecho llegar todos y cada uno de vosotros/as. La verdad es que sirven de mucho, no sabéis cuanto te llega el saber, tras un día largo y agotador, que hay alguien que ha dejado un comentario, por tonto que pueda parecer. Gracias a todos.

Proyectar un Camino de 1.150 km. no es tarea fácil. Han sido muchas las horas dedicadas a planificar y buscar información (sobretodo en la parte del camino catalán, donde no existe una guía o algo similar que pueda orientarte). Los problemas físicos son parte inherente del Camino, y por lo tanto no estoy para nada decepcionado o apenado por no haber podido realizar la totalidad de lo planteado. La reacción alérgica que hizo que tuviera que permanecer unos días de reposo, no entraba en ninguno de los "problemas típicos", y por tanto no sabía qué hacer. Lo que estaba claro, es que no podía andar en semejantes condiciones. La tendinitis de ahora es algo más normal (hemos visto un montón de gente cojeando). Hay gente que tira p'alante tenga el dolor que tenga, y a pesar que puedan tener una rotura de ligamentos o similar. Yo no soy de esos, y los que me conoceis lo sabéis. Si algo te duele mucho y puede llegar a empeorar, mejor para. No obstante, creo que los 700 km. que finalmente realizaré no son moco de pavo, y por tanto estoy muy pero que muy satisfecho.

No penséis, no obstante, que el Camino es una carrera o algo similar. Una de las cosas más bonitas es dejar de lado lo planificado y hacer más o menos kilometros por día, según te apetezca. Por ésto mismo hemos conocido a gente tan amable como los hospederos de A Portela de Valcarce (si algún día vuelvo, seguro que allí estaré), o la casa rural de Morgade (en medio de la absoluta nada, y realmente acogedora y preciosa).

Personalmente creo que la experiencia vivida es de las más bonitas que he tenido en toda mi vida. Bastante mejor de lo que me esperaba (que ya era mucho). Y a buen seguro que repetiré. Posiblemente el Camino Primitivo (que va de Oviedo a Santiago pasando por Lugo) y la extensión a Muxía y Finisterre.

Que por qué es bonita? Pues por todo. Primero por la sensación que tienes de que hace un año que saliste de casa. Segundo porqué el tiempo se detiene. Tercero porqué conoces aspectos de tí mismo que hasta ahora desconocías. Cuarto porqué aprecias (y mucho) cosas que hasta ahora no apreciabas. Así podría seguir con muchas mas cosas: el paisaje, determinados pueblos desconocidos, el páramo, la entrada en Galicia, las tapitas de León, los peregrinos con los que charlas, etc.

Y también es bonita por las cosas malas. A día de hoy recuerdo con cariño el atraco del bar de Hontanás donde me cobraron 4 euros por un bocata de tortilla prefabricada, o los ronquidos de mi estimable compañero David (que aún deberé sufrir dos días más).

En fin, que si quisiera explicar con palabras todo lo que se me pasa por la cabeza, no podría. Así que animo a los más escépticos (como éramos David y yo hace 2 años), a realizar parte del Camino en algún momento u otro de vuestras vidas. Seguro que no os arrepentiréis.

Por último, gracias sobretodo a David, mi compañero de fatigas, que va a cumplir su objetivo y pronto regresará a casa. Gracias por aguantarme.

1 comentario:

Unknown dijo...

Ohhhhhhhhhhhhhh! que potito, si es lo que tiene, que con tendinitis o no es muy tierno.

Aproposito, aun no sentis desde Santiago a las masas aclamandoos, por vuestra hazaña?.
Un abrazo