miércoles, 17 de septiembre de 2008

Reflexiones de David

Como no, después de que Dani explique su experiencia yo voy a contar la mía, sin trampa ni cartón, y sin leer la de Dani ni los comentarios que se hayan podido producir.

Mi experiencia en el Camino de Santiago me ha servido para varias cosas:

En primer lugar, ha servido para cumplir mi promesa con y por Héctor, y eso me hará dormir más tranquilo cada noche, y sabiendo que con total seguridad haría lo que fuera por él. Así que Héctor, si alguna vez lees esto sabrás que podría cruzar la península por tí, pero si lo he de repetir que sea por un buen motivo porque toda nuestra familia acabaría por echarme de casa.

En segundo lugar, sirve para conocerte mejor (supongo que le pasa a todo el mundo). Sí, parece mentira, pero es desubicarte para centrar mejor tus pensamientos. Yo siempre me he preciado de saber qué quiero y qué no quiero, qué tengo y qué me falta, pero ahora creo que después de casi un mes dándole al coco fuera de mi vida habitual puedo decir que en entender eso he mejorado.

En tercer lugar, me ha servido a mí para superar mi miedo a la soledad irremediable. No me refiero a la soledad estando en casa a una llamada de teléfono de familia y amigos, sino a la soledad de que por mucho que llames, grites, llores, patalees, te sientas bien o mal, no pueda aparecer nadie a ayudarte en primera mano. Sigo odiando esa sensación, pero ya no le tengo ningún miedo.

En cuarto lugar, me ha servido para saber como lidiar con mi miedo a los perros en estado agresivo, sigo teniendo miedo, pero al menos, pero RADARCAN en mano soy otro. Por de pronto me siento más tranquilo.

En quinto lugar, me he enriquecido conociendo a gente de diferentes mundos y culturas pateando por el monte (Japos o los niños de puebla, guiris centro europeos, Mexicanos y gente de etnia indeterminada), pero en especial al grupo de la Calle del Laurel (Raúl, Carola e Iria), que son de más cerca y con los que espero no perder el contacto.

Bueno, espero que este mesecito aceptado con paciencia infinita por los míos, sirva para hacerme algo mejor y que ellos lo puedan disfrutar...

Un abrazo a todos los que con vuestros comentarios me hayais alentado (y los que no también, entiendo que había una apuesta de por medio).

Mañana llego a Santiago por la tarde y pasado solicitaré la Compostelana y espero volver a casa cuanto antes. Desde allí prometo responder todas las preguntas que tengais por todos los medios de comunicación verbal o presencial conocidos y a poder ser, contraatacaré el tedio que los demás soleis provocarme con vuestras fotos enseñando las aproximadamente 1000 que llevo en el movil.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

He leido tu reflexion, y que razon tienes, como todo el mundo dice "el camino te guia" pero mas que fisicamente, espiritualmente.
Ya te queda poco, lo has conseguido y te admiro por eso.ojala pudiera haber continuado con vosotros.
Un besazo desde valencia,CAROLA.

Anónimo dijo...

Jo! David que emotivo que bonito que sensible cuanto autodescubrimiento! Y yo que pensaba que el camino te habría hecho ver lo mucho que me querías, me necesitabas y lo maravillosa que era y nada, yo ni en cuarto lugar, ni en el quinto..... ni siquiera salgo en una triste posdata, uf!! Ah! Bueno supongo que estoy en el conjunto de "los alentadores".
Cogiste las llaves de casa de tus padres, verdad??
En fin, menos mal que una es una santa!! y David es......... David!!
Besos. Ya está aquí el gran día!!!

Camino dijo...

Vane,

tu sales tanto en el apartado de familia que me exiliará si repito esto y en el apartado de alentadores, pero lo más importante es que te tengo siempre presente.

Besos y hasta mañana.

David